La estación del tren

Ana vivía muy cerca de la estación del tren. Por eso iba todos los domingos a ver pasar los trenes. Ana iba con su abuelo, ya que a los dos les gustaban mucho los trenes. Ana y su abuelo llegaban sobre las once de la mañana y se sentaban en un banco de la estación.

A los pocos minutos aparecía el tren expreso, que tenía vagones de coches-cama y literas y también un vagón con cafetería y restaurante.
Allí se bajaban los viajeros y otros continuaban el viaje.

Al cabo de un rato se oía pitar un tren a lo lejos. Ana y su abuelo ya sabían que era el talgo, que paraba un momento y luego seguía su viaje. El talgo parecía un gusano, ¡un gusano muy corredor!
A las doce pasaba el intercity. Era el tren que más le gustaba a Ana. Corría por las vías a mucha velocidad sin hacer casi ninguna parada.

Cada media hora pasaban los trenes de cercanías, que llevaban a los viajeros de unos pueblos a otros. Estos trenes llevaban pocos vagones y eran los que más le gustaban al abuelo de Ana. Cuando ya se acercaba la hora de comer, la niña y su abuelo volvían a casa, felices por haber visto tantos trenes.

Paloma García.

Instrucciones: Pulsa uno de los botones con las letras a, b y c. La letra acertada se pone de color rojo.


PRUEBA OBJETIVA DE COMPRENSIÓN

1) ¿Cuándo iba Ana a ver los trenes?

Los viernes
Los lunes
Los domingos

2) ¿Qué tren pasaba a las doce?

El intercity
El talgo
El expreso

3) ¿Qué dos cosas tenía el tren expreso?

Literas y cocinillas
Coches-cama y literas
Televisión y radio

4) ¿Cada cuánto pasaban los trenes de cercanías?

Cada hora
Cada media hora
Cada dos horas

5) ¿Qué parecía el talgo?

Una lombriz
Un gusano lento
Un gusano muy corredor

Y ahora... vas a averiguar cuantas has acertado. ¡Suerte!

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