
Un ratón estaba descansando al pie de un árbol. De pronto le cayó una fruta en la cabeza. El ratón salió corriendo, encontró a su amigo el conejo y le dijo:
— Allí estaba yo, y me ha caído encima una rama que por poco me mata.
El conejo corrió asustado, encontró a la ardilla y le dijo:
— ¡Por allí, hace un momento, le ha caído al ratón un árbol encima!
La ardilla echó a correr, encontró al cerdito y le dijo:
— ¡No vayas por allí, que están cayendo rayos y centellas!
El cerdito encontró al chivo y le dijo:
— ¡Corre, corre, que por allí hay un terremoto!
Y así, uno tras de otro, todos los animales, asustados, corrieron como locos. Se creían que se hundía el mundo.
H. Almendros.
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